miércoles, 7 de diciembre de 2016

Zac Miller




Nombre: Zac Miller.
Apodo: Todavía nadie le ha puesto ninguno onrol.
Orientación sexual: Bisexual activo.


Edad: 22 años.
Estatura: 1.98m.
Peso: 89kg – 96kg.

Nacionalidad: Reino Unido.
Lugar de nacimiento: South Kensington.
Ubicación actual: Hotel Jefferson, sur de Teneville y por tanto en los suburbios. Vive en una parte complicada, caracterizada por presencia de la Mara Salvatrucha.

Grupo sanguíneo:
[3.4%] AB+
Sabor: Azucarado, peculiar, como probar una bebida bastante decente.
Nota: Lleva una vida de drogas y alcohol, lo que le ha enturbiado un poco el sabor. No llega a ser agrio ni tampoco pierde demasiada la dulzura, pero sí que no es tan dulce como lo sería alguien puro.

Descripción física: Zac es un muchacho alto de unos 22 años de edad pero que por culpa de su vida juerguista se ve un poco más adulto. Con una barba de tres días que suele recortar y un cabello rapado en el lado izquierdo, mientras que cortado con navaja el resto de la melena sobrante, está claro que este rubio de ojos claros no ha nacido en Estados Unidos o al menos sus padres no son de ahí.
De tez caucásica, su frente es acorde al tamaño de su nariz y sus orejas son pequeñas. La simetría general de su cara es algo alargada, con el mentón ancho y la perilla pronunciada. Además de que tiene labios gruesos y una nariz de tabique recto con la punta algo caída.

Bajando por su cuerpo se ve un torso hectomorfo entrenado con musculatura atlética, remarcada y propia de su tamaño (utiliza suplementos y va al gimnasio). Su espalda no es tan ancha y tiene un torso más bien alargado más que grueso. Sus miembros son prolongados y posee vello sutil en ellos del mismo color que su cabello.
Finalmente se le pueden ver algunas cicatrices de puñaladas viejas en el cuerpo que habrá recibido en sus juegas.

Descripción psicológica: -.

Curiosidades: Es amante de los tatuajes y las perforaciones. Hablando de piercings posee uno debajo del labio inferior, en la lengua, el pezón izquierdo, tres argollas en la oreja izquierda y una pequeña cruz en la derecha.

Por el lado de las marcas en su cuerpo, se distinguen en él las siguientes (con los mismos colores de las imágenes):

1.

De dorsal a dorsal de forma horizontal a lo largo de toda su cintura.

2. “Vos vestros servate, meos mihi linquite mores”
(“Sigue tu propio camino y déjame seguir el mío”).
Posee la frase escrita con la misma fuente del tatuaje superior a lo largo de la cara derecha de su antebrazo.

3.

Está ubicado justo al centro de su espalda encima de “nosce te ipsum”.

4.

Uno en cada omóplato, ambos apuntando hacia arriba.

5.

A lo largo de su costado izquierdo sobre las costillas (sólo Afrodita).

6.

(“Vine, vi y vencí”).
Entre los pentagramas a la altura de la nuca más o menos y en un tamaño aceptable para que con camisa sólo se vea la parte superior.

7.

Ubicado en la cara externa del bícep derecho.

8.

A lo largo de su costado derecho sobre las costillas (Baco).

Entre muchos otros dedicados a diferentes religiones y simbología. Su cuerpo es un templo al que le dedica tributos a la mitología. Además en sus brazos se ven tribales y figuras geométricas que también representan alguna o que otra cosa.

Historia

¡Hey!

Bienvenido, pasa. Ponte cómodo. ¿Te molesta que fume mientras te lo cuento? ¿No? Pos vale. Perdón el humo, eh. Pero es de la buena, ¿quieres? ¿No? Pos vale también.

Bueno… ¿por dónde empezar? Podría comentarte que nací en el año mil novecientos noventa y cuatro, en octubre del treinta y uno. Sí, nací en Halloweed, ja. Quiero decir Halloween. Mi madre siempre me dijo que el médico que me sacó de entre sus piernas tenía puesto uno de esos cascos de disfraz que simulan que te has clavado un cuchillo, ¿me captas? Sí, uno de esos adornos que te pones como una diadema y de un lado tienes el mango con un poco de sangre y del otro la punta del filo.
¿Macabro, no? Puto médico.

Bueno, nací en Halloween y ahora vivo en Teneville, parece que tengo toda una vida destinada a lo tenebroso, lo macabro, los muertos. Y la verdad que sí, la tengo. Como a los diez cuando probé por primera vez las pastillas para dormir de mi madre, jaja; tuvieron que internarme de urgencia y hacerme un lavado de estómago, eso sí, el alucine no me lo quita nadie. Madre mía, si es que veía que todo se movía, se me caía la baba. Parecía una de esas veces que pillé el pedo con unos amigos más de criajo y la bebida tenía unas anfetas bastante potentes, jaja. Me quedé tirado en el suelo como pollaboba haciendo duuuuuuuuuuh. ¡Y los hijos de puta se partían el culo!

…Ah… bellos tiempos.

Pero bueno, nada. Nací en el noventa y cuatro en South Kensington; se dice por ahí que es uno de los lugares más ricachones de Reino Unido y es un pueblo a unos pocos kilómetros de Londres. No me preguntes de números, tuve que repetir una vez en primaria, dos en secundaria y no llegué a terminar los estudios porque me escapé, jaja. Era la oveja negra de la familia. Tenía dos hermanas, muy chulas ellas y bonitas, todas maquilladas siempre y bien vestiditas, caminando con los zapatos como si fueran dos cervatillos recién nacidos, jaja. Putavida, si es que recuerdo que una vez cuando una de las dos, Linda, cumplió dieciséis, nuestros padres le regalaron un coche y yo por esas fechas tenía trece; se lo robé para ir a dar un rulo con los colegas, ¡fue la hostia! …Hasta que lo estampé contra un poste, jaja. Cómo lloraba la jodía’.

Pero bueno, nada… Me crie entre ricachones, iba a una escuela de mierda, muy costosa eso sí, pero era una mierda. Nos hacían usar uno de estos… estos… esa mierda… Nos hacían usar uno de esos uniformes a los que les ponías una especie de sweater de tu abuela que tenía el escudito sobre una teta; era un puto asco, la verdad. Lo que sí recuerdo y me gustaban bastante, jaja, eran mis compañeritas de segundo, tenían doce o trece, no recuerdo, y yo era el repitente dos años mayor. Les hice probar marihuana y terminé follando con ambas en una de las aulas vacías del otro edificio, porque había como una especie de… ¿Qué? ¿Por qué me miras con esa cara? ¡Es cierto!

Bah… pero bueno nada, que fue una vida de fiestas familiares muy refinadas, tenía una especie de profesor de etiqueta que me enseñaba a comer y me eduqué en esa escuela, pero como vieron que no servía para esas cosas, me pusieron una profe' en casa, muy maja ella. Pero, jaja, recuerdo que un día vino a casa y yo estaba muy puesto con coca y estaba tan acelerado que le hablaba de muchas cosas a la vez y en una de esas le toco una teta, le empiezo a manosear el culo y la pobre mujer comenzó a llorar y nunca más volvió. Mis padres nunca me dijeron qué pasó, pero… entre tú y yo… seguro le han dado un pastón a la vieja para que no cuente nada, jaja.

Pero bueno, nada… Resulta que a los diecisiete o así me quisieron enviar a un colegio militar y tuve que escaparme. ¿Tú entiendes lo que es eso? ¿Un colegio militar? Tenía que afeitarme la melena, sacarme los piercings y no sólo eso, sino que iba a tener que dejar de hacerme tatuajes, por esas fechas yo ya tenía muchos en la espalda. Porque fue así… Johnny me dijo una vez a los once o trece que si me hacía algo de eso iba a tener más resistencia a las drogas. Pollaboba yo era un niñato que se juntaba con los más grandes y me lo creí. ¿Que cómo los conocí? Ah pos mi padre tenía unos amigos de Londres, de la gran ciudad, y esos tenían hijos más grandes; pos los hijos me conocen a mí, visita va, visita viene, jaja¸ terminan trayendo que si drogas, que si alcohol, que si bueno… Chicos de la gran ciudad, tú sabes…
Pero bueno, nada. Que conocí a estos chicos y entre ellos estaba Johnny que era muy majo él y me dijo que si me hacía un tatuaje, iba a tener muchas chicas, iba a aguantar más el alcohol y las drogas, esas cosas. Pollaboba como soy, le creí y me hice este pequeñito aquí, por recomendación de él. ¿Que no sabes lo que es? ¿Pero eres más tonto que yo o algo? Pos nada, es una copa antigua que sostiene Dionisio en una de sus manos en esas estatuas del museo. Le gustaba mucho la mitología y esas cosas, si recuerdo que traía su notebook a casa y jugaba al Age of Mythology en mi cama, puto viciado. Pero bueno, a partir de ahí me hice fanático de las religiones, los seres mitológicos y esas cosas, y comencé a hacerme los tatuajes que tengo en el cuerpo y todo eso. Más tarde me hice el Baco que tengo en el otro lado; Baco y Dionisio son lo mismo pero en distintas mitologías, ¿me captas? Pero bueno, nada… que me dijo eso el subnormal y le creí y aquí estoy.

¿Por dónde íbamos, jaja? Es que me voy por las ramas, si eso. Pero a ver déjame que recuerde. ¡Ah sí!, que eso, que me intentaron enviar al colegio militar, así que tomé una buena suma de dinero y el primer barco que partió hacia aquí, la ciudad de los excesos —yo había escuchado mucho de este sitio y decidí que era buena idea comenzar a dar mis pasos aquí—.

¿Qué loco estaba, no?

Y bueno, de eso hace… cinco años aproximadamente y nada, aquí estoy. Te veo que te estás durmiendo, ¿en serio no quieres un poco? Está buena… ¿No? Bueno, a ver ¿qué contarte?... ¡Ah! Jaja, cuando llegué aquí lo primero que necesitaba era trabajo y un lugar para vivir. Como estúpido me metí a vivir en un hotel algo caro para mí, pero como era alto y tenía algo de barba, disimulé bastante bien la edad y todo eso. Me pidieron identificación y les mentí diciendo que la estaba tramitando, ¡no te das una idea lo que me ha ayudado el acento! Pero cuando descubrieron que no era cierto tuve que correr para que no se les ocurriera deportarme. No tenía todavía los papeles en regla, al menos no tenía todavía tramitada la ciudadanía y esas cosas, y no ayudaba que tuviera diecisiete. Así que algo desesperado busqué ayuda en la gente ricachona como yo, ¿pa’ qué, jaja? Ahí conocí a Toro XXL un actor porno que estaba en la ciudad y le pedí algo de ayuda. Era un cocainómano de mierda el hijo de puta, pero buen tipo. Movió un par de hilos, llamó a un par de contactos y que esto que aquello y aquí me ves, Zac Miller el americano. Y ya sé lo que estás pensando, pero no, no te diré cómo me llamaron mis padres, adivínalo, jaja.

¿Por dónde iba? Ah sí, que me hice amigo de Toro y tuvimos nuestras aventuras juntos. Le gustaba que le diera por culo mientras él se follaba a una mujer. ¿Qué? Son actores porno, son gen… ¡Hey, mi culito es virgen! Jaja, ¿por qué coño me miras con esa cara? Aunque bueno, sí… tampoco está mal follarse a un hombre de vez en cuando, ¡pero si paga bien! Pero que eso, que participé en algunas pelis, me introdujo a sus contactos, tuve una buena vida hasta más o menos los veinte que le surgió una oferta laboral y tuvo que irse por una temporada. ¿Hm? ¿Qué le surgió? Pos me dijo que se trataba de ir a filmar porno Alemania, me dijo que le pagaban mejor que aquí y que las alemanas las tenían más grande y que los alemanes las tenían más grande. A mí no me mires, yo de pollas no se mucho, jaja.
Pero bueno, nada… Que se fue, me quedé solito y me dediqué a gastarme toda la pasta más o menos por un año hasta que me tuve que mudar al Jefferson. A partir de ahí comencé a ganarme la vida de formas un poco turbias… que no te puedo contar. ¡Intimidad, joder! Jajaja.

…Yo que sé, cosas de la vida.

[…]

Y ahora si no te molesta, me voy a ir a prender otro porque este se acabó. 

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